El círculo de las mujeres pijas

Cayetana ha organizado el "dilunge", (que no se ni como se escribe, porque mira que hay que ser cursi y tonta para decir algo asi) del círculo de mujeres empresarias en Bulevar 21. Y a toda costa quiere que yo vaya..¿Yo? Vamos, si ese círculo es mas aburrido que una monja subida en una bici sin sillín. Que yo la última vez que estuve, casi me echan por los ronquidos!

Menos mal que al final se ha conformado y en mi lugar ha invitado a Bea. Bueno, no se si en mi lugar, porque yo estoy tan contenta por ella que ya me la imagino toda rodeada de gente alabandola y a mi al lado rodeada de mulatos... ay! que estoy tan feliz que casi hablo ya como mi asistenta de burra. Pero es que Bea se merece eso y mucho mas.. que se lo ha ganado a pulso y que ya era hora de que alguien le reconociera todo el mérito del fantástico trabajo que ha realizado en esta revista. Aunque ese reconocimiento venga de parte de Cayetana, en vez de quien de verdad tenia que reconocerselo por haberlo sacado de tantos apuros. Pero bueno... bastante utiliza Alvaro su neurona últimamente. Que se está portando.

Y menos mal que no he ido a lo del círculo... porque me hubiera perdido el circo que montaron las chicas en el Luxury...¿cómo se les ocurre salir corriendo sin pagar la botella de Champagne francés? Es que sólo se le puede ocurrir a ellas..

Richard ha venido a contármelo echo un basilisco, y aunque me ha hecho mas gracia que otra cosa, he decidido mantenerme dura y decirles que tenian que ir a pedirle disculpas a Avelino, que pobre hombre, el disgusto que debe de llevar encima (jajajaajajajjajja)

Las chicas, que han acudido a mi despacho a contarme su versión, se han tomado lo mas dignamente del mundo el rapapolvo que les he hechado. Pobres. Luego las recompensaré. Ya me pensaré como.